listo en... 45 Min ... para ... 4 ... Personas
Esta es mi especialidad de los fines de semana, cuando aparece la panda de sobrinos con 200% de energía y les tengo que alimentar para que se vayan a sus casas con sus padres con la panza llena a dormir la mona.
Lo primero es cortar la cebolla y ponerla en la sartén con abundante aceite. Cuando esté pochada (unos 15 minutos, aproximadamente), antes de que se empiece a dorar, la retiramos y apartamos en un plato.
Lavamos las patatas y las cortamos en láminas, con un grosor más o menos uniforme.
Aprovecha el aceite de pochar la cebolla (es probable que tengas que echarle un par de chorros más ...) y vierte las patatas. Cocínalas a fuego lento durante unos 20 minutos, removiendo cada poco para que no se nos queden pegadas y se hagan todas igual.
Ahora retiramos al plato las patatas intentando escurrir un poco el aceite, pero ... sin obsesionarnos! La tortilla también necesitará aceite ....
Guarda el aceite que nos ha quedado en la sartén para la próxima ocasión y coloca las patatas y la cebolla que habíamos retirado al plato. Ojo ¡con el fuego apagado!
Batimos los huevos en un recipiente. Añade la sal y vierte la mezcla en la sartén de las patatas y cebolla.
Removemos un poco para que todo quede impregnado del huevo y volvemos a añadir sal por encima. Ahora encendemos el fuego muy bajo y esperamos unos 20 minutos.
Ayudándonos de un plato, podemos intentar darle la vuelta a la tortilla con cuidado, para volver a colocarla en la sartén, pero por el lado que aún no está doradito.
Déjala a fuego medio por ese lado durante unos 3 - 5 minutos y ... sirve en el plato porque la tortilla está lista!